Bajo la sombra del deseado me senté, Y su fruto fue dulce a mi paladar. Me llevó a la casa
del banquete, Y su bandera sobre mí fue amor. (Cantares 2:3b-4)
En tiempos de adversidad y dolor, cuando lo vemos todo perdido, es el momento en que
podemos sentir el amor de Dios con más fuerza en nuestras vidas. El conoce cada necesidad
y siempre está presente cubriéndonos con su sombra. Su fidelidad alcanza los cielos
y su justicia es más grande que las altas montañas. ¡Cuán sorprendente es el amor de Dios!
En momentos de debilidad y soledad El desciende como imponente àguila en busca de sus
polluelos y extiende sus enormes alas cubriéndoles y dándoles seguridad. En el calor sofocante
de la vida; el cual muchas veces no podemos soportar, encontramos refrigerio bajo la sombra
del Amado Jesús. No hay mayor bienestar que en los momentos de prueba permanezcamos escondidos y seguros en la intimidad con nuestro Dios.
En momentos de grandes dificultades físicas y espirituales El Amado nos regala un banquete
de gran abundancia de delicias que saciarán completamente todas nuestras necesidades.
El nos transporta a un lugar deleitoso y su bandera de amor es sobre nuestras vidas, nos
rodea continuamente de un ambiente de paz. En el Amado Jesús está el manantial de vida
que nos llena de Su plenitud. En días de los tiempos de Dios siempre estaremos bajo su protección. Es necesario que despertemos y nos levantemos para escuchar la voz del Amado Jesús que nos dice: "Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven."(Cantares 2:13b)
Es el tiempo de entrar por el camino de la amistad de nuestro Amado Jesús.
Levántate, Dios tiene una invitación muy especial para tí, El desea llevarte a la Casa del Banquete y tratarte como tu te mereces, como una Reina coronada de sus grandes favores.
Regocíjate en Dios nuestro Salvador,
Tu amiga, la amada de Dios, Isabel
del banquete, Y su bandera sobre mí fue amor. (Cantares 2:3b-4)
En tiempos de adversidad y dolor, cuando lo vemos todo perdido, es el momento en que
podemos sentir el amor de Dios con más fuerza en nuestras vidas. El conoce cada necesidad
y siempre está presente cubriéndonos con su sombra. Su fidelidad alcanza los cielos
y su justicia es más grande que las altas montañas. ¡Cuán sorprendente es el amor de Dios!
En momentos de debilidad y soledad El desciende como imponente àguila en busca de sus
polluelos y extiende sus enormes alas cubriéndoles y dándoles seguridad. En el calor sofocante
de la vida; el cual muchas veces no podemos soportar, encontramos refrigerio bajo la sombra
del Amado Jesús. No hay mayor bienestar que en los momentos de prueba permanezcamos escondidos y seguros en la intimidad con nuestro Dios.
En momentos de grandes dificultades físicas y espirituales El Amado nos regala un banquete
de gran abundancia de delicias que saciarán completamente todas nuestras necesidades.
El nos transporta a un lugar deleitoso y su bandera de amor es sobre nuestras vidas, nos
rodea continuamente de un ambiente de paz. En el Amado Jesús está el manantial de vida
que nos llena de Su plenitud. En días de los tiempos de Dios siempre estaremos bajo su protección. Es necesario que despertemos y nos levantemos para escuchar la voz del Amado Jesús que nos dice: "Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven."(Cantares 2:13b)
Es el tiempo de entrar por el camino de la amistad de nuestro Amado Jesús.
Levántate, Dios tiene una invitación muy especial para tí, El desea llevarte a la Casa del Banquete y tratarte como tu te mereces, como una Reina coronada de sus grandes favores.
Regocíjate en Dios nuestro Salvador,
Tu amiga, la amada de Dios, Isabel
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